Como ya hemos mencionado anteriormente, el proceso de la Gestión de Riesgos tiene como objetivo reducir las incertidumbres sobre afectaciones potenciales que puedan surgir en una organización, mediante la planificación, identificación de riesgos, evaluación, mitigación y monitoreo.
El proceso de análisis de riesgo es esencialmente un proceso de solución de problemas de calidad. Esta herramienta se usa para evaluar para determinar y priorizar riesgos de evaluación y resolución.
PASO 1: Identificar el riesgo
Consiste en hacer una especie de lluvia de ideas donde se exponga un listado de posibles fuentes de riesgo.
También es importante compartir la experiencia y el conocimiento del equipo de proyectos para identificar todos los potenciales riesgos.
Se debe utilizar un instrumento de evaluación para categorizarlos y priorizarlos (este proceso ayuda a gestionar aquellos riesgos que tienen un alto impacto y una alta probabilidad de ocurrencia).
Hay que tener en cuenta que este es un proceso que lleva bastante tiempo, así que suele exceder la capacidad de tiempo del equipo de proyectos para analizar y desarrollar contingencias.
PASO 2: Evaluar los riesgos
Antes de intentar determinar la mejor forma de gestionar los riesgos, hay que identificar sus orígenes y desarrollar respuestas frente a los mismos.
Posteriormente, ya se pueden evaluar las distintas tácticas para gestionar el riesgo o, incluso, evitar que ocurra.
PASO 3: Mitigar el riesgo y desarrollar un plan de contingencia
El paso a seguir es convertir las ideas que fueron identificadas para reducir o eliminar las probabilidades de riesgo, en planes de acción.
Aquellos planes de acción deben desarrollarse en pequeños planes de contingencia o medidas preventivas que puedan dejarse de lado.
Si el riesgo ocurriese, se aplican las tareas identificadas, reduciéndose así la probabilidad de tener que gestionar una crisis.
PASO 4: Monitorear constantemente
Monitorear y revisar los riesgos es la última etapa dentro de una estrategia exitosa de gestión del riesgo. Esta debe ser una labor continúa, ya que permite identificar cualquier inconveniente con tiempo y abordarlo de forma eficiente.
En conclusión, monitorear los posibles riesgos y ver cómo podrían afectar tu empresa, permite que ésta sea más resistente, líder en su área y mucho más proactiva.
La Gestión Integrada de Riesgos debe ser un principio fundamental en tu organización, ¡anticípate!
Conoce por qué la gestión integrada de riesgos es tan importante, aquí.
